Frente a la sobre exigencia de este periodo y pensando en quienes en sus diferentes roles tienen el desafío también de guiar, apoyar y ayudar a sobrellevar a niños este momento que estamos viviendo, hemos generado estos simples pero valiosos ejercicios para acompañarles.
Estos ejercicios son para tí, para que puedas fortalecerte y bajar tus niveles de estrés, son adaptables para que luego, puedas ejercitar el mindfulness con tus alumnos, hijos, etc. Y podamos crecer juntos en esta potente herramienta de regulación emocional Elige un objeto de tu vida cotidiana: una taza de café, un lápiz, etc. Siéntate derecha o derecho, puedes levantar los hombros, moverlos hacia atrás y bajarlos, eso ayuda a lograr una buena postura. Deja el objeto elegido a la altura de tu mano a un lado de la mesa, tómalo con la mano y llévalo hacia la otra mano, déjalo allí, cambia de mano y llévalo al punto original. Permite que esta acción tenga toda tu atención. Solo obsérvalo, al estar consciente de lo que estás observando te permite una sensación de “estar despierto”. Poco a poco la mente se irá liberando de pensamientos y centrándose en el momento presente. Es algo simple pero muy poderoso. Te puedes ayudar con la respiración, centrando la atención en tu respiración, por la nariz. Puedes hacer unas 10 secuencias de lado a lado.
Qué tal? Cuéntanos como te va? Y si tienes dudas o comentarios también estamos atentas. El mindfulness o atención o conciencia plena es una ejercitación mental que permite que nuestra mente se calme, se enfoque y no vague de pensamiento en pensamiento como lo hace a cada minuto. Pasamos del pasado al futuro, y el presente se nos va en cuestionamientos y preocupaciones de esos 2 espacios. Ese constante viaje entre pasado y futuro, no nos deja atender al presente, por tanto ruido mental y nos genera ansiedad, estrés, menor productividad, etc. Los ejercicios de mindfulness, buscan a través de la concentración y la respiración, calmar ese ruido mental y que podamos tomar el control de dónde ponemos conciencia plena, así entonces mejorar tu capacidad de concentrarte. Hay una diferencia entre la atención y concentración. La concentración te ayuda a centrar tu atención en una cosa o la otra y de esta manera te ayuda a tomar el mando de lo que pasa en tu mente. La atención plena (mindfulness) es un paso más allá de la concentración, es un estado de conciencia, es «presencia» de la mente. Anímate y ralájate con estos sencillos ejercicios, cuéntanos como te va! Respiración 3 x 3 Este ejercicio lo puedes hacer en cualquier momento del día. El objetivo consiste en enfocar toda la atención en tu respiración, no necesitas más de 1 minuto. Respira con el vientre en lugar de con el pecho y trata de respirar por la nariz. Puedes poner las manos en tu vientre y así centrarte en el ritmo de la respiración, en como entra y sale el aire. Es en 3 tiempos Inhala contando hasta 3, mantén el aire otros 3 tiempos y exhala en 3 tiempos. Prepárate para que tu mente divague, porque seguro lo hará y tendrás que esforzarte por devolver la atención al objetivo cada vez que esto pase. Puedes realizar este ejercicio las veces que quieras ya que te ayuda a restaurar la mente, conseguir claridad y paz.
Contando con atención
Este parece un ejercicio simple y lo es pero veremos como nuestra mente nos aumenta la dificultad. Centra tu atención en contar lentamente del 1 al 10 y luego al revés. Para ello cierra los ojos y comienza. En la mayoría de los casos ocurre algo como esto: Uno… dos… tres… tengo que comprar pan hoy, uff estoy pensando. Uno… dos… tres… cuatro…no he respondido el Whatsapp , uff volví a pensar. Uno….dos… esto no es tan difícil después de todo…uf estoy pensando, voy a empezar de nuevo. Uno… dos… tres… ahora si, estoy realmente concentrando/a. Solo vuelve a la cuenta amablemente, sin tanto juicio a esos pensamientos que van a llegar, sé amable contigo y con tu proceso, esto es una ejercitación, estamos cultivando la mente, como cualquier cultivo requiere atención y paciencia. Puedes partir con unas 5 series o contabilizar en minutos,1 minuto por ejemplo.
La señal de atención
En este ejercicio la idea es centrar la atención en la respiración, cada vez que tengamos una señal ambiental específica y elegida. Por ejemplo, puede ser cada vez que suene una bocina o ladre un perro, simplemente elige algo que ocurra a tu alrededor como una señal de atención, puede ser cada vez que cruces las piernas o te saques los lentes, en fin, hay muchas, muchísimas opciones. Puedes inspirar y expirar 3 veces, profundamente. Este ejercicio permite que cada vez que se realiza la acción de centrar la atención en la respiración, tu mente viaje al momento presente y se hace consciente de ello.
Contacto con los sentidos
Prepara en una mesa un mix de granos, semillas, cereales, lo que tengas a mano, de diversos tamaños y colores, como por ejemplo, porotos, lentejas, mote, arroz, etc., revuélvelos. Tápate los ojos con algún pañuelo u otro elemento, ordena y separa, en grupos, por tamaño, por textura, así, con los ojos tapados, solo sintiendo con tus dedos esas diferencias, luego quítate la venda de los ojos y sigue separando con más detalle. Puedes partir con unos 5 minutos con venda y otros 5 sin venda e ir aumentando el tiempo. Te recomendamos buscar centrarte en el ejercicio y si tu mente naturalmente se va a algún pensamiento, del pasado, del futuro, de lo que tienes pendiente por hacer, de lo que sea, solo vuelve amablemente la atención a la separación de las semillas y granos. Observación consciente
Leave a reply